Cuando estuve en Londres hace 4 años, me dediqué a repetir hasta la saciedad (que no llegó :P) la misma coña, con sutiles variaciones. Me ponía nervioso patearnos la ciudad todo el día y que al buscar un sitio para tomarnos un café sobre las 18h, o para cenar pasadas las 21h, descubrir que era imposible. Soy consciente que los españoles tenemos horarios muy diferentes (y entre ellos, yo más...) al resto. Por aquí no conciben salir de fiesta pasada la medianoche, o comer a las tres de la tarde. Y no voy a ponerme a discutir sobre si es mejor y peor, porque lo más probable es que cada uno piense que lo que está acostumbrado a hacer es lo que le gusta más, o ese es mi caso at least, aún reconociendo que tiene ciertas ventajas europeizarse, como poder salir y aún así dormir una cantidad decente de horas. Pues bueno, volviendo a mi primera frase (a que consigo escribir de manera muy similar a como hablo? :P), solía comentar algo así como "uy, son las 14h, hora de desayunar", o "las 18h, habría que ir pensando en la cena... de mañana". Cosas del destino, pero el otro día me pegué un desayuno británico total... a medianoche. Como cada viernes, fui con los de la ofi al pub post curro, fue yendo y viniendo gente, y acabamos un par de testers ingleses que han llegado esta semana y yo hablando de frikadas (supongo). La primera vez que me relaciono tanto con autóctonos y no estuvo mal. Nos entró hambre, la típica hambre que te entra cuando acaba la noche (léase 5-6 de la mañana back en Barna, habitualmente), pero claro, no era ni "mañana" aún. Eso sí, a las 00h30 estaba yo ahí zampándome unos huevos con bacon, beans y toasts. Y bien que me sentaron, especialmente teniendo en cuenta que no me metía nada sólido desde las 12h30, hora del lunch break.
Eso es lo más raro de aquí. Me despierto a la misma hora que en Barna más o menos, y entro a la misma hora, pero paro para comer dos horas antes (aunque siempre estaban los freaks que se iban a la 13h) y salgo una hora antes, para cenar right away. Aunque bueno, la parada esa, como alguna vez debo de haber comentado, es más bien Wii Tennis break. Como buena oficina de una compañía de videojuegos que se precie, tenemos múltiples consolas y juegos disponibles, pero sólo se puede jugar a lo que te toca jugar... excepto en horas de no trabajo. Más de uno come mientras trabaja post hora de comida para poder disfrutar íntegramente del break con unos Winnings o los mencionados raquetazos. Tanta es la afición que se ha montado un torneíllo (tentative name: Wiimbledon) que arranca el miércoles. Va por parejas. Yo no juego mal, y pronto encajé en el círculo de pros que están hechos estos viciaos, pero el viernes descubrí que no he elegido la mejor pareja para el torneo. Píndaro (el coordinador permanente) y yo ganamos de vez en cuando y no lo hacemos mal, pero el otro día tuvo que ir al banco, jugué con otras tres parejas y no perdí ni un solo partido!! La única vez que me ocurrió eso fue cuando Píndaro volvió del banco y volvi a jugar con él. Es algo que me preocupa, que el torneo es muy importante y tiene un Chocobo de peluche de premio. A ver qué tal le va al Piindy team finalmente, ya os contaré.
Ayer fue un día bastante completo. Solo le faltó la guinda. Quedé con Píndaro y Mariona (la otra freelancer lead española) para ir a ver la última peli de mi venerado Tarantino, Death Proof, que hasta esta semana no habían estrenado aquí (y la de Rodríguez sigue pendiente). Y antes comimos en Yo! Sushi. Un japo giratorio que descubrí cuando vine hace un mes y que, not surprinsingly, me encanta. Uno de mis proyectos de futuro es establecer la franquicia en Barcelona. Seguro que funcionaría. No es buffet libre, los platos tienen un precio en función del color del bol que los contiene, pero la calidad y variedad le dan mil patadas a los chiponeses que suelo criticar. En cuanto a la peli, me gustó, aunque si bien tiene toques identificativos, me pareció poco tarantinesca (esto va con mayúscula o sin?). Es curiosa, y muy en la linea de Planet Terror, con la que forma el pack Grindhouse, que misteriosamente han escindido en Europa. Tiene detalles que me hicieron gracia como cortes de sonido o fallos de montaje (parece que hasta entienda de cine, eh?), pero en medio de la peli se fue la imagen y volvieron las luces un par de veces. Me hicieron dudar bastante, no estaba convencido si era un fallo del cine o una frikada de Quentin, pero mientras decidíamos si quejarnos o no a la salida, nos regalaron una entrada por la inconvinience, cosa que agradecí, pq desembolsar dos mil quinientas pelas me dolió un poco. Por lo menos me salió 2x1. Después habíamos quedado con Joan, otro de los testers que llegó esta semana, para jugar al Munchkin (juego de cartas en la línea del Bang! o Vagos comparten piso) y al Bang!, que llevaba días queriendo enseñarles. Finalmente enlacé con el Barça y disfruté con Leo Messi Recuerdaminombre. Vaya monstruo. Y qué bueno es Iniesta. Este Barça empieza a prometer. Comentaba que faltó la guinda, porque aún no tengo con quién salir en plan salir. Estuve a punto de ir al Sports Café y acoplarme al primer grupo de españoles que hubiera estado por ahí, pero se me hizo tarde (yendo al lado de donde estaba llegué en el minuto 20). Pero bueno, volví a casita.
Este post lo escribo desde Google Docs y luego lo vincularé directamente a mi blog. No le he dado ningún formato especial pero me mola que se pueda hacer. Creo que aún no lo había comentado aunque de sobras lo sabe todo el mundo. Amo a Google, amo a Gmail. Y todo lo que tiene que ver with lo idolatraré. =D (empezando por el emoticono, que saqué de gtalk). Por cierto, por lo visto cumplió 25 años el otro día. Me hizo gracia leer este blog about it. Y diría que eso es todo, amigos. Me voy ahora a ver a Héctor, que acaba de llegar a London. Hey y no he hablado de videojuegos! (edit: ay, no me acordaba... sí que lo he hecho)
Eso es lo más raro de aquí. Me despierto a la misma hora que en Barna más o menos, y entro a la misma hora, pero paro para comer dos horas antes (aunque siempre estaban los freaks que se iban a la 13h) y salgo una hora antes, para cenar right away. Aunque bueno, la parada esa, como alguna vez debo de haber comentado, es más bien Wii Tennis break. Como buena oficina de una compañía de videojuegos que se precie, tenemos múltiples consolas y juegos disponibles, pero sólo se puede jugar a lo que te toca jugar... excepto en horas de no trabajo. Más de uno come mientras trabaja post hora de comida para poder disfrutar íntegramente del break con unos Winnings o los mencionados raquetazos. Tanta es la afición que se ha montado un torneíllo (tentative name: Wiimbledon) que arranca el miércoles. Va por parejas. Yo no juego mal, y pronto encajé en el círculo de pros que están hechos estos viciaos, pero el viernes descubrí que no he elegido la mejor pareja para el torneo. Píndaro (el coordinador permanente) y yo ganamos de vez en cuando y no lo hacemos mal, pero el otro día tuvo que ir al banco, jugué con otras tres parejas y no perdí ni un solo partido!! La única vez que me ocurrió eso fue cuando Píndaro volvió del banco y volvi a jugar con él. Es algo que me preocupa, que el torneo es muy importante y tiene un Chocobo de peluche de premio. A ver qué tal le va al Piindy team finalmente, ya os contaré.
Ayer fue un día bastante completo. Solo le faltó la guinda. Quedé con Píndaro y Mariona (la otra freelancer lead española) para ir a ver la última peli de mi venerado Tarantino, Death Proof, que hasta esta semana no habían estrenado aquí (y la de Rodríguez sigue pendiente). Y antes comimos en Yo! Sushi. Un japo giratorio que descubrí cuando vine hace un mes y que, not surprinsingly, me encanta. Uno de mis proyectos de futuro es establecer la franquicia en Barcelona. Seguro que funcionaría. No es buffet libre, los platos tienen un precio en función del color del bol que los contiene, pero la calidad y variedad le dan mil patadas a los chiponeses que suelo criticar. En cuanto a la peli, me gustó, aunque si bien tiene toques identificativos, me pareció poco tarantinesca (esto va con mayúscula o sin?). Es curiosa, y muy en la linea de Planet Terror, con la que forma el pack Grindhouse, que misteriosamente han escindido en Europa. Tiene detalles que me hicieron gracia como cortes de sonido o fallos de montaje (parece que hasta entienda de cine, eh?), pero en medio de la peli se fue la imagen y volvieron las luces un par de veces. Me hicieron dudar bastante, no estaba convencido si era un fallo del cine o una frikada de Quentin, pero mientras decidíamos si quejarnos o no a la salida, nos regalaron una entrada por la inconvinience, cosa que agradecí, pq desembolsar dos mil quinientas pelas me dolió un poco. Por lo menos me salió 2x1. Después habíamos quedado con Joan, otro de los testers que llegó esta semana, para jugar al Munchkin (juego de cartas en la línea del Bang! o Vagos comparten piso) y al Bang!, que llevaba días queriendo enseñarles. Finalmente enlacé con el Barça y disfruté con Leo Messi Recuerdaminombre. Vaya monstruo. Y qué bueno es Iniesta. Este Barça empieza a prometer. Comentaba que faltó la guinda, porque aún no tengo con quién salir en plan salir. Estuve a punto de ir al Sports Café y acoplarme al primer grupo de españoles que hubiera estado por ahí, pero se me hizo tarde (yendo al lado de donde estaba llegué en el minuto 20). Pero bueno, volví a casita.
Este post lo escribo desde Google Docs y luego lo vincularé directamente a mi blog. No le he dado ningún formato especial pero me mola que se pueda hacer. Creo que aún no lo había comentado aunque de sobras lo sabe todo el mundo. Amo a Google, amo a Gmail. Y todo lo que tiene que ver with lo idolatraré. =D (empezando por el emoticono, que saqué de gtalk). Por cierto, por lo visto cumplió 25 años el otro día. Me hizo gracia leer este blog about it. Y diría que eso es todo, amigos. Me voy ahora a ver a Héctor, que acaba de llegar a London. Hey y no he hablado de videojuegos! (edit: ay, no me acordaba... sí que lo he hecho)