Monday, January 21, 2008

Random gaming thoughts

Escribo esto en una pausa de una partida al Super Mario Bros, el original. Por muy aficionado a los videojuegos que sea, tengo un pasado negro en el mundillo. O más bien inexistente. Empecé a jugar a videojuegos con las Game&Watch, siguió la Game Boy, pero hasta la salida de la Super Nintendo, que propició que un amigo de mi padre me regalara su obsoleta NES, no tuve una consola de sobremesa. Y tan tardía fue, que me duró poco. Sigue ahí, en mi personal museo consolero, pero las Navidades siguientes abrieron la puerta a su mencionada hermana mayor, generación de la que ya puedo decir que fui testigo de primera mano.
Pero no jugué en su momento a grandes y míticos juegos de la primera consola con mayúsculas, ni recuerdo muy bien el Spectrum o la Atari (creo q es la primera la que rondaba por casa), cosa que mucha gente, incluso años menor que yo, sí que gozó. Pero bueno, la Virtual Console de la Wii me permite intentar subsanarlo. Llevo unas cuantas partidas al padre de las plataformas, y sigo sin acabármelo (evitando las warp zones, que quiero ver todas las pantallas!). En cierto modo, me cuesta entender que este juego llegase donde llegó. Nintendo no siempre se caracterizó por controles sublimes, parece ser. Aunque no dudo que en la época sería tan revolucionario que lo difícil que me supone evitar que se me muera el fontanero y lo que aprecio las habitualmente abundantes setas verdes era lo que lo hacían único.
Está claro que han evolucionado mucho los juegos, y a veces me sabe mal no tener conocimiento de los clásicos porque no tengo una visión completa de su historia. Ahora prima mucho el aspecto visual y el control, si bien sigue recibiendo quejas, dista eones de cuando el jugador no tenía más que una cruceta y dos botones (que ya fue un gran progreso en su momento). También le damos mucha importancia al diseño del juego, a la estructura de los niveles. Pero
la jugabilidad, aquello que te hace llegar a casa y tener ganas de echarte una partida, que te mantiene enganchado era lo que primaba entonces. Y es lo más difícil de perfeccionar. Al ser tan joven la industria en esa época, supongo que nos conformábamos con menos, pero lo que más me sorprende es lo bien que me lo estoy pasando jugando al Mario. Me cuesta, es poco intrincado, no tiene más que una pantalla que solo avanza en un sentido y se repiten las situaciones una y otra vez, pero lo disfruto. Me pregunto si me pasará lo mismo con el Mario Galaxy dentro de unos meses (y ya no digo años). Pues espero que sí. La verdad es que la última aventura de la mascota nintendera me ha gustado mucho y, como tantos otros, creo que es el digno sucesor del Mario 64, pero me ha dejado con esa duda. Y en caso negativo, es el juego, o seré yo, el que me impida a mí mismo volver a disfrutarlo?

Thursday, January 17, 2008

Interneeeet!!!

Ay Enjuto, cuánto de menos te echo! Llevo mes y medio en London y sigo sin internet en casa. Mi maravilloso casero me prometió que tendría, me dijeron que no me fiase, y por darle el beneficio de la duda, así estoy. Suerte que en el curro tengo acceso a la red de redes y que existen los cíbers, aunque nada comparado a usar mi PC. No sé hackear claves WEP (y qué bien me vendría!), pero he hecho un trapi con la biblio de aquí delante y parece que puedo pillar señal de manera intermitente. Me ha funcionado una hora y a ver si luego puedo volver a engancharla.

















En cualquier caso, ya que en este blog contaba un poco mis andadas, vuelvo a resumir qué ha sido de mí desde el último post (yet again). Me pegué un viajecillo con Miryam, conocida de por aquí, y Berni, conocido de por allí (...), de lo más entretenido. Berlín, París, Amsterdam, Brujas y Bruselas. Miryam se apeó en la cité de l'amour y los otros dos nos soportamos una semana más. Visitas (gorroneos), discusione s, fotos (lentaaaas), risas (también!), juegos (señor Fournier, compañero de mochila), comida (de lo más variada, mi favorito de los viajes), intento de consumo amsterdamil (sin mucho éxito), trenes (pocos), timo (tanolis), amigos (varios!), aviones (más) y dineros (demasiados...).

















Una vez aquí, me instalé en Hendon, zona 3-4 de London, con Manu de housemate en una casa de película. No sé si comedia o de terror, pero película. Tenemos habitaciones nuevecitas y grandes, muy bien puestas, pero el resto de la casa, aparte de estar distribuida de manera peculiar -pseudobaño+toilet à-la-Harry-Potter ("cupboard under the stairs", anyone?)- tiene por suelo los maderos de la estructura de la casa. Vamos, que no tiene suelo propriamente dicho. Tras simpáticas y amenas conversaciones con el mencionado lanlord y en vistas de lo cumplidor que es (lo de internet no es más que una pequeña muestra), Manu y yo decidimos pirarnos de aquí. Yo quería haberme ido para principios de enero, pero finalmente he estado hasta febrero. Una de nuestras intenciones era encontrar una casa para vivir nosotros y alguno más de nuestros compañeros de curro, pero no ha habido quorum y hemos abortado aun habiendo tenido opciones bastante decentes. Yo no acababa de estar convencido de que vivir con amigos compensase el hecho de vivir lejos en barrios de lejos, y el hecho de comprometernos por seis meses sin tener tan claro que los íbamos a pasar acabó siendo determinante.
















Ahora mismo estoy pendiente de recibir la respuesta de un piso que vi a principios de semana, al que me mudaría en febrero. Es amplio, con gente guay (da la casualidad que había estado en una fiesta allí), con internet (como tiene que ser) y superbien situado -a 10 mins de mi oficina y menos de zona de marcha-. Todo esto y barato suena a imposible, no? Lo es. Imposible, me refiero. Se pasa un poco de mi tope esperado, pero si me aceptan haré el esfuerzo. Creo que valdrá la pena. Y a ver si vuelvo a tener bici y ahorraré lo que tocase en transporte.

















En cuanto al curro, como es habitual en esta empresa, el planning de los proyectos ha variado múltiples veces y tras ofrecerme un suculento futuro a corto plazo, fue cambiado por uno no tan guay. Por suerte, un further cambio me dejó las cosas mejor de como habían estado y desde hoy he acabado mi proyecto de tester para ponerme a editar otro juego del cual coordinaré el QA. Por cierto, QA (Quality Assurance), que es como se refiere uno al testeo de un juego, se traduce como Control de Calidad. Esto lo sabía, pero a lo mejor tiene más sentido así para alguno y no lo había comentado antes. Para mí será siempre kiuei, of course. Vamos que tengo curro del que me mola hasta mediado abril. Right on time para la Gresca. Después de eso a saber, pero a la espera de que por aquí surjan cosas algo empezaré a mirar.
Y bueno, por hoy lo dejo aquí. Paso de prometer que volveré a escribir pronto, pero haré lo posible. Si es que queda alguien ahí, claro está...